En el proceso de aprendizaje, no solo es importante fomentar el conocimiento académico, sino también potenciar las habilidades motoras y cognitivas de los niños. Uno de los aspectos clave en su desarrollo es la coordinación, ya que les permite realizar tareas cotidianas con mayor destreza y autonomía. Y una excelente manera de estimular esta habilidad es a través de actividades divertidas que involucren tanto el cerebro como las manos.
Estos tableros están diseñados para trabajar la coordinación motriz, ayudando a los niños a mejorar su capacidad de controlar movimientos, realizar gestos específicos y seguir secuencias de colores. ¿Cómo funciona? A través de un laberinto de círculos de colores en el que cada color está asociado a un gesto manual con los dedos.
El tablero consiste en un recorrido de círculos de colores dispuestos en un formato de laberinto. Cada círculo está asociado con un color que, a su vez, corresponde a un gesto manual específico. El objetivo de la actividad es que el niño siga el camino trazado por el laberinto y realice los gestos con las manos mientras avanza por cada color.
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