Probablemente muchos de vosotros habréis oído hablar del método Montessori y es que, cada vez son más las familias que apuestan por una educación de este tipo para sus hijos e hijas. La pedagogía Montessori se basa en ofrecerle al niño la suficiente autonomía como para que pueda decidir por él mismo lo que debería hacer en diferentes situaciones, así como realizar pequeñas tareas del día a día, haciéndolo, así, más responsable.
Uno de los aspectos fundamentales en los que se centra este método es el mobiliario ya que se propone que este, esté siempre a la medida del niño o niña y así ayudarle en su desarrollo. La mejor manera de adaptarse a este principio es adecuar, para nuestro peque, su propia habitación. A continuación veremos qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de crear nuestra propia habitación Montessori.
– Cama: Las camas Montessori son camas en las que el colchón se encuentra a ras de suelo. Este tipo de camas ayudan a los pequeños en la tarea de subir y bajar de ella, de manera que no necesitan la ayuda del adulto para un acto tan común en la infancia como es el ir a dormir o echar la siesta. Así mismo, el niño puede acceder a su cama libremente para otras actividades como jugar o leer un cuento.
A parte de todos estos beneficios, este tipo de camas tan accesibles a los peques, nos ayudan a enseñar, desde bien pequeñitos, la importancia de mantener su habitación ordenada haciendo su cama. Así, con una cama a ras de suelo, será muy fácil para nuestro hijo o hija poder extender la colcha y colocar en la cama los elementos que tenga habitualmente (cojines, algún peluche, …).
– Mobiliario:
Lo más recomendable es que todo el mobiliario que pongamos en la habitación de nuestro hijo o hija esté a su altura, de esta manera, podrá acceder a sus pertenencias de manera autónoma, usar sus juguetes y después recogerlos, seleccionar su ropa, leer un cuento, …
Si queremos inculcar a nuestro hijo o hija que tiene que responsabilizarse de sus pertenencias es importante que tenga que cuidar de ellas en el día a día ya que, si es el adulto el que guarda sus juguetes, por ejemplo, difícilmente lo hará él.
Está claro que, a la hora de crear una habitación infantil debemos tener en cuenta, fundamentalmente, el tamaño de esta pero siempre que nos sea posible, deberíamos priorizar colocar mobiliario a su altura. Algunos de los muebles que podemos poner en su habitación son: un mueble para guardar juguetes, un armario, una mesa con sillas o una librería.
– Materiales:
Maria Montessori daba mucha importancia a los materiales y, de hecho, fué la creadora de muchos de ellos. Algunas características básicas que deberíamos tener en cuenta es que haya variedad de materiales, de diversas procedencias, texturas, tipos, … Con el objetivo de proporcionar diversidad de sensaciones a la vez que se promueve el aprendizaje y desarrollo del pequeño.
Si bien es importante que haya variedad, también hay que decir que para el método Montessori, el material estrella , por excelencia, es la madera. Los objetos de madera aportan calidad, robustez y belleza y es por eso que se prioriza comprar materiales de este tipo.
– Espejo:
Sobre todo para los más pequeños, se recomienda la instalación de un espejo Montessori. Se trata de un espejo de seguridad que debemos colocar a la altura del bebé para fomentar que este pueda observarse a sí mismo. Este tipo de espejos suelen incluir una barra horizontal que ayuda a los pequeños, en las primeras edades, a ponerse en pie y observar el mundo desde otro ángulo.
Como veréis, crear una habitación Montessori para nuestro hijo o hija no es nada muy complicado o fuera de nuestro alcance. Simplemente siguiendo algunas recomendaciones podemos ofrecer a nuestro peque los elementos necesarios para que desarrolle al máximo todas sus capacidades, dándole la autonomía y la seguridad para ello puesto que le estamos ofreciendo la posibilidad de practicar en un entorno seguro y de confianza.