La Evaluación es el elemento que nos permite orientarnos en el proceso de enseñanza aprendizaje. Es lo que nos permite no ir a ciegas. La evaluación permite conocer qué aprende el alumnado y cómo enseña el profesorado y, en función de ese conocimiento, decidir qué se tiene que modificar y qué debe mantenerse. Vemos la importancia del procedimiento evaluador como la necesidad de contar con datos suficientes para mejorar las prácticas docentes y los rendimientos escolares.
Por tanto, evaluar es mucho más que calificar; significa conocer, comprender, enjuiciar, tomar decisiones y, en definitiva, transformar para mejorar. En la etapa de Educación Infantil la finalidad de la evaluación es detectar, analizar y valorar los procesos de desarrollo de los niños y niñas, así como sus aprendizajes, en función de las características personales de cada niño y niña.
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COMPLETO REGISTRO EVALUACIONES INICIALES 3-4-5 AÑOS
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La evaluación, además de implicar un proceso de toma de decisiones, cuenta con un elemento básico: la difusión y publicidad. Todo el sistema de evaluación debe contemplar la información a las partes interesadas. Al alumnado, familia, profesorado y centro educativo les corresponde el derecho a recibir información de todo lo que ha sucedido y ha sido objeto de evaluación.
Para que la evaluación cumpla con su finalidad de aportar datos sobre el desarrollo del proceso educativo, el juicio de valor correspondiente y las recomendaciones de mejora oportunas, es preciso seleccionar la información necesaria para llegar a acuerdos, analizar situaciones, prever estrategias de intervención y acreditar al alumnado, entre otras finalidades. Corresponde a la persona que ejerza la tutoría informar regularmente a las familias o tutores legales sobre los progresos y dificultades detectados y tener en cuenta las informaciones que estos proporcionen.
También recogerá , en su caso, la información proporcionada por otros profesionales que puedan incidir en el grupo o atiendan a algún alumno o alumna en particular. En este sentido, el centro reflejará en el proyecto educativo las medidas necesarias de coordinación con las familias. La información recogida de la evaluación continua se compartirá y se trasladará, al menos una vez cada tres meses en un informe escrito, y de forma personal las veces que sean necesarias a lo largo del curso, a las familias o tutores legales.
Los informes reflejarán los progresos efectuados por el alumnado con referencia a los criterios de evaluación establecidos y las medidas de refuerzo y adaptación que, en su caso, se hayan adoptado.
El contenido y formato del informe serán decididos por los profesionales de cada uno de los ciclos, en el marco del proyecto educativo. Al finalizar el curso, se informará por escrito a la familia acerca de los resultados de la evaluación final. Dicha información consistirá en un informe anual individualizado, o un informe individualizado de final de ciclo, si el año corresponde con el final de un ciclo. Ambos informes tendrán un carácter cualitativo, cuya finalidad es informar sobre el proceso de desarrollo personal y de aprendizaje, y orientar en las medidas de refuerzo o adaptación, cuando se precisen.
En ningún caso estos informes tienen en esta etapa un carácter de promoción ni de calificación del alumnado.