El concepto de conciencia o habilidades fonológicas se relacionan íntimamente con la concepción (y posterior comprensión) de la lectoescritura por parte del niño. Hay que recordar que no es lo mismo (en cuanto a proceso e intervención de las habilidades cognitivas) para un niño leer que escribir.
Mientras el niño escribe se pone en juego la articulación de las letras (grafemas) para la conformación de palabras y luego de oraciones. Mientras que al hablar un niño necesita hacer uso de los (fonemas) para su articulación.
Justamente, la habilidad fonológica comprende la capacidad del niño para entender que un grafema está asociado a un fonema y que ambos tienen un significado determinado.
De este modo el niño entiende que el sonido de un perro ladrando se puede asociar al grafema “guau” y no al grafema “miau”.
DESCARGA LAS FICHAS EN PDF
HABILIDADES FONOLOGICAS TRABAJAMOS LAS TERMINACIONES
Así el niño puede transferir una información gráfica -la imagen de un perro- (para continuar con el mismo ejemplo) con un grafema que evoque el sonido que dicho animal hace regularmente: “guau – guau”
Pero estas habilidades se dan en forma progresiva en los niños. Notamos así que los niños pequeños se refieren a un perro diciéndole “guau-guau” pero también se refieren del mismo modo a un caballo, poni, burro, etc llamándolo con el mismo grafema (“guau – guau”) pues sus capacidades de elaboración y su campo de asociaciones (habilidades fonológicas) aún son bastante carente.
En esta primera etapa los niños comienzan a tener un tipo de conciencia en cuanto a la continuidad de los sonidos y su asociación con el objeto que quieren evocar.
Así pueden incorporar como la palabra perro ahora reemplaza el anterior grafema “guau – guau”.
Sin embargo no podrán ser capaces de dividir la palabra perro en sílabas dado que carecen aún de conciencia silábica.
Esta habilidad fonológica (o conciencia fonológica) le permite al niño manipular, desarmar, rearmar, reconocer e identificar los diferentes fonemas.
Por otra parte las habilidades fonológicas ayudan a que el niño entienda como es el comportamiento de los fonemas dentro de las palabras.
Aprende así a reconocer semejanzas, distinguir palabras parecidas, pronunciar palabras o evadir ciertas sílabas.
En pocas palabras las habilidades fonológicas actúan como una especie de puente entre el sistema alfabetizador (escolar) y el sistema cognitivo del niño.
Para poder potenciar un desarrollo en las habilidades fonológicas es importante partir del dominio del lenguaje verbal para luego profundizar en las habilidades lingüísticas y metalingüísticas: pilares para el acceso a la escritura y a la lectura.
La forma de desarrollar las habilidades fonológicas se logra mediante la ejercitación.
Es importante hacer hincapié y enseñar dentro de un modelo alfabetizador siguiendo una secuencia escalonada para facilitar el desarrollo de estas habilidades.
De este modo se podrá conseguir un aprendizaje pausado pero firme con el objetivo de abrir el camino para el desarrollo de esta habilidad de fundamental importancia.
Trackbacks / Pings