Se oyen comentarios de profesores que se quejan de la pobreza léxica de los alumnos, del escaso caudal léxico que poseen. Conocemos las dificultades que provoca para el proceso de aprendizaje de cualquier asignatura esta escasa competencia léxica, pues los alumnos carecen de sinónimos, emplean palabras “comodines” (“cosa”…), impropias expresiones coloquiales…
La adquisición paulatina de léxico no es competencia exclusiva del profesor de Lengua, sino una responsabilidad compartida de todo el claustro de profesores, ya que el alumno irá ampliando su vocabulario con el léxico específico de cada asignatura.
No obstante, es en el área de Lengua Castellana y Literatura, donde se pueden desarrollar estrategias concretas para este aprendizaje. Para una buena asimilación del léxico hay que fomentar las técnicas de inmersión (el alumno adquiere vocabulario a través de la lectura); hay que aumentar con toda clase ejercicios el vocabulario pasivo (el que conoce pero no usa) y el vocabulario activo (las palabras que una persona usa al hablar y escribir).
Por ello, se ofrece a continuación una serie de ejercicios, que responden a un claro afán recopilatorio, deudor, en todo caso, de otros muchos libros por mí consultados. El ocasional profesor elegirá aquellos que juzgue más convenientes para lograr los objetivos que se proponga.
Sinceras felicitaciones por tan arduo trabajo en apoyo a nosotros los profesores y en consecuencia a nuestros niños.