Introducción

“La Paz no nace: la Paz se aprende, la Paz se hace.”

Cuando hablamos de Paz debemos evitar definirla como la simple oposición a un estado de guerra o de conflicto. Se trata de algo que va mucho más allá de la ausencia de violencia, algo que no se puede valorar fácilmente y que sufre transformaciones a lo largo del tiempo y según el contexto político, económico, social y cultural. La Paz es un estado de bienestar social o individual donde prima la tranquilidad, la calma y la armonía y que no se puede alcanzar sin satisfacer primero las necesidades básicas de las personas y sin garantizar sus libertades civi- les y políticas, seguridad física, acceso a la educación o derecho a la información.

La Paz no puede ser entendida como una realidad estática, sino como un proceso dinámi- co que en la práctica supone un constante equilibrio entre acciones e interacciones de las partes implicadas, ya sean Estados, grupos de personas o individuos. No se trata de tener o no tener la Paz, sino de construirla, día tras día.

Por ello, entendemos que es necesario educar para la Paz y además hacerlo de una forma transversal. Las materias transversales se caracterizan por estar profundamente impregna- das de valores y por su presencia global en todas las áreas de aprendizaje. Consideramos importante que desde el ámbito escolar se trabaje y se potencie la educación para la Paz, con la finalidad de transmitir a los niños y niñas valores como: la empatía, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la cooperación, etc.

Partiendo de la constatación de este carácter transversal de la Paz, dado que afecta a todos los ámbitos y manifestaciones de la vida humana, resulta imprescindible abordar el tema a partir de un enfoque multidisciplinar y desde distintos ejes, tales como:

• La violencia y la no violencia.
• Prevención y resolución de conflictos personales y sociales.
• Acercamiento a la realidad de los países del Sur.
• Protección del medio ambiente y concienciación del mayor impacto de la contaminacióny del cambio climático en los países en vías de desarrollo.
• Desarrollo humano, entendido como ampliación de las oportunidades de la poblaciónpara vivir la vida que desea a través de: la salud, el acceso a agua potable y alimentos, la educación, las libertades civiles y políticas, la participación en la vida comunitaria, la segu- ridad física, el derecho a un medio ambiente sano, el desarrollo económico, etc.
• Promoción de los Derechos Humanos, los Derechos de la Infancia, los Derechos de la Mujer y el Derecho Internacional Humanitario.
• Interculturalidad: la tolerancia, el carácter enriquecedor de la diversidad cultural, respeto a la diferencia, convivencia, igualdad de derechos y de oportunidades.
• Igualdad de género y coeducación.
• Influencia de las economías internacionales: globalización e interdependencia y el comer-cio justo como alternativa ética al comercio dominante.El material didáctico que a continuación se presenta aborda todas estas materias atendien- do a las necesidades educativas del alumnado y adaptando los contenidos a las exigencias curriculares de cada curso. Se persigue que los alumnos y las alumnas adquieran los concep- tos, procedimientos y actitudes básicas para comprender, poder y querer construir conjunta- mente la Paz.

Desde Cruz Roja, entendemos la Paz…

No sólo como la ausencia de violencia física, sino como un proceso dinámico de cola- boración entre todos los Estados y los pueblos, fundado en el respeto a la libertad, la independencia, la soberanía nacional, la igualdad, la vigencia de los Derechos Humanos, así como una justa y equitativa distribución de los recursos con miras a satisfacer las necesidades de los pueblos.1

Cruz Roja trabaja en la Educación para el Desarrollo, la Paz y los Derechos Humanos desde un enfoque que promueve los valores y principios humanitarios del Movimiento Inter- nacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter voluntario, Unidad, Universalidad.

Por ello, defiende los Derechos Humanos, fomenta el entendimiento mutuo, promueve la no violencia, posibilita una mejor comprensión de las causas de los conflictos, induce a la refle- xión acerca de la situación de las personas vulnerables y persigue generar un cambio de valo- res, actitudes y comportamientos para contribuir a reducir las desigualdades e injusticias.

Desde Cruz Roja Juventud, la sección juvenil de Cruz Roja Española, creemos realmente necesario impulsar la Educación para la Paz en el proceso de enseñanza y aprendizaje para ayudar a construir una cultura de respeto y de igualdad, además de promover actitudes tolerantes y proporcionar habilidades sociales que permitan prevenir y resolver conflictos pacíficamente.2

La Paz: un reto transversal es una iniciativa de Cruz Roja Juventud, subvencionada por el Ministerio de Educación y Ciencia, que invita a trabajar por y para la Paz de manera transversal, a través del tratamiento habitual de las áreas de “Lengua española y literatura”, “Matemáticas” y “Conocimiento del medio natural, social y cultural” de los seis cursos de Educación Primaria.