Luca ya distingue casi todos los colores por lo que su papa le ha preparado este video para que afiance los que ya sabe y aprende nuevos, espero que os guste tanto como a él.
A partir de los 2 años el niño comienza a emplear los colores para describir los objetos (“esa camiseta es rosa”) y para expresar sus preferencias (“a mí me gusta la azul”). Aunque no lo parece, se trata de un proceso muy complejo: el ojo tiene que captar la luz y transformarla en impulsos eléctricos que el cerebro traduce como colores y después, el pequeño tiene que aprender a identificar cada uno y a asociarlo con la palabra oportuna. MADURACIÓN, EXPERIENCIA…
Toda esta secuencia puede llevarse a cabo gracias a su maduración perceptiva y cognitiva, pero también a su socialización, ya que son las personas las que le nombran los colores y le facilitan el acto de aprenderlos.
Al principio tu hijo repetirá lo que escucha sin comprender muy bien qué significa que algo sea blanco, azul o verde, pero poco a poco, con la experiencia y la repetición, irá interiorizando estos conceptos.
Los niños juegan y aprenden de forma divertida con este material.